Todo lo q brilla termina siendo sólo el reflejo de algo que se quiere ocultar, todo lo que llena, decepciona en el fin, cuando por fin debe demostrar. El mundo gira a través de las impresiones y los prejuicios. Nadie se mira al espejo y dilucida que está haciendo exactamente lo mismo que de otro critica, o que en algún momento de la vida, lo hará. Y aunque así no fuera, nunca se sabe los verdaderos motivos del accionar de otro, salvo que haya un real interés en conocerlo, y si eso pasara, no sería necesario PREjuzgar.
Hasta el hartazgo, creen que saben, que sienten, que ven, y en realidad lo único que hacen es cubrir con un manto lo que no quieren notar de ellos mismos.
Cada uno cuenta la historia que mejor le quedó en su memoria, o mejor le queda ante los demás. Pero no siempre es la realidad. Aunque ya está en duda que tal cosa exista. A que se puede llamar realidad, cuando se explica de tan diversas maneras?
Es temerario ver como hay gente que piensa por los demás: “no hago tal cosa por vos”, o “ella quería pero…” suposiciones. Las cosas como se muestran, de ahí tomarlas, pero no… es mejor completar esa elipsis de la historia con pedazos de deseos que más conviene.
Y el cansancio, y la agonía. Hartazgo puro y sincero de una vida que los demás no dejan ser. Mirando hacia un espacio en donde todo está en su lugar. Pero para el resto, eso es difícil de soportar. La seguridad intimida, y la capacidad produce envidia. Horribles palabras que no hacen más que describir una hipótesis sobre alguien, en sociedad, que no soporta que eso implique dejar de volar.
martes, 4 de diciembre de 2007
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